¡Hola, erizos! Sí, ya sé que me vais a decir, ¿una entrevista en tu blog, de ti misma? Sí, eso es. Se me ha ocurrido la idea de traer una entrevista para que me conozcáis un poco más. Como es evidente, no soy yo quién hace las preguntas, sino que se ha encargado mi fiel amiga y compañera de letras, Esther Abellán, administradora del blog Rumbo a lo desconocido. ¡¡Allá vamos!!


Roma García (Sevilla) nació el mismo día que Juana de Arco, aunque con unos cuantos siglos de diferencia. Amante de las letra desde pequeña, se animó a escribir su primera novela con diecisiete años y, a partir de ahí, no ha podido dejar de crear. Defensora de la tortilla con cebolla y el nesquick, pasa las tardes viendo películas de terror o de Disney; no tiene término medio. Aunque también puedes invitarle a ver un partido de fútbol, porque estoy segura de que te dirá que sí. Actualmente tiene cuatro novelas en el mercado: «Solo si es contigo», «Las mariposas de tu luna», «Si no te marchas» y «El arte de amarte»
Muchas gracias a Esther por hacerme la entrevista.




   1. Antes de nada, para conocer un poco más tu faceta como lectora, ¿qué género literario dirías que es tu favorito y cuál se te resiste?

Mi género favorito es la romántica y la novela negra. Disfruto con ambos, aunque con este último, me entretengo mucho más. Nunca me espero nada de lo que va a pasar y es apasionante ver cómo todo da un giro de tuercas sin esperarlo. El género que se me resiste es la erótica y la ciencia ficción; ambos son completamente incompatibles con lo que me gusta y, aunque el libro sea muy bueno, yo no logro disfrutarlo. 

2. Un libro y un autor que siempre recomiendas.

Recomiendo a muchos autores, pero te diré uno de mis últimos descubrimientos, Lorena Franco. Creo que últimamente no hago más que hablar de ella. Sus libros son muy buenos, ya sea en el thriller o en la romántica; tiene una gran capacidad para desarrollarse y moverse en cualquiera de ellos. Si tengo que elegir un libro, creo que me quedaría con «Wonder», es una novela dirigida al público juvenil que deja una gran lección de vida.

3. Hasta la fecha, has publicado un total de cuatro novelas. De todos tus personajes, ¿cuál es el que más se parece a ti y por qué?

Creo que, hasta la fecha, la que más se parece a mí es Tanisha, la protagonista de «Si no te marchas», mi tercera novela, pero la segunda romántica. Si que es cierto que tengo algún proyecto donde la protagonista sí es cien por cien parecida a mí, aunque para ello todavía hay que esperar un poco. Solo diré que su nombre comienza por M.

4. A la hora de ponerte a escribir, ¿eres más de dejar fluir tus ideas o planificas con antelación?
 
Aquí siempre he respondido que dejo fluir mis ideas, pero últimamente eso ha cambiado. A diferencia de antes, ahora necesito planificar algo, aunque sea poco, con un mínimo de antelación. A lo mejor esas anotaciones no sirven para nada y luego hago otra cosa, pero me gusta tener algo, aunque no sirva para nada. 

5. Centrándonos en tu última novela publicada, «El arte de amarte», ¿qué te llevó a escribirla?

Me llevó a hacerlo mi pasión por el arte. Por primera vez en mucho tiempo, me centré en escribir lo que quería leer. Siempre me ha gustado el arte, ya fuese pictórico o arquitectónico y quise plasmarlo en una novela donde fuera importante, pero sin que pecase de ser una gran enciclopedia o que estuviese lleno de anotaciones y fuese aburrido. Así nacieron Triana y Gonzalo, dos personas que se encuentran en París y cuyo nexo de unión, entre muchos otros, es el amor que sienten por el arte.

6. ¿Alguna curiosidad o anécdota que puedas contarnos de ella?

No sé si es una curiosidad como tal, pero he de decir que la historia de Triana salió sola. No tuve que llevar un mapa, ni tan siquiera planificar un capítulo. Las palabras se escribían sin pedir permiso y, cuando quise darme cuenta, la historia ya estaba terminada y tenía más palabras que el resto de mis novelas.

7. ¿Cuál dirías que fue la escena que más te gustó escribir? ¿Y la que más te costó? Sin hacer spoilers.

Creo que lo que más me gustó escribir fue el prólogo. Ahí es donde di rienda suelta a todos mis conocimientos sobre arte. No me corté como a lo largo de todo el libro, dejé que mi imaginación volase y pudiese expresar todo lo que tenía dentro. Lo que más me costó, creo que fue ponerle punto y final. No quería despedirme de Triana y Gonzalo, se habían convertido en parte de mi rutina.

8. Como escritora autopublicada y a nivel personal, ¿por qué te decidiste por la autopublicación?

Me gusta tenerlo todo bajo control y ser yo la que decida acerca de mi novela. La portada, la maquetación, la fecha de publicación... Prefiero ser libre y no tener ataduras, es ideal terminar una novela y poder publicarla cuando quieras. No me cierro puertas, y no digo 'de este agua no beberé', pero ahora mismo la autopublicación tiene más ventajas, para mí, que la edición tradicional.

9. A día de hoy, ¿cambiarías el final de alguna de tus cuatro novelas?

Creo que el final como tal no lo cambiaría. Cierto es que me gustaría darle otro toque a las ya publicadas, pero no creo que lo haga después de haber reescrito ya las dos primeras novelas que tengo. Debo aprender a aceptar a la Roma García de hace años y entender mi proceso como escritora y en mi carrera literaria.

10. Y ya, para terminar, si tuvieses que hablar de «El arte de amarte» como lectora y no como escritora, ¿qué podrías decirnos de ella o por qué nos animarías a leerla? ¿A qué tipo de público va dirigida?

Va dirigida a todo aquel que quiera leerla, no tiene un publico especial ni nada parecido. Creo que es un libro diferente, embadurnado de arte, en todos los sentidos. Estoy segura de que, además de conocer la historia de mis protagonistas, podrás aprender al igual que hice yo mientras lo escribía.



¡Hasta aquí la entrevista! Como no, quiero agradecerle a Esther que la haya hecho. Ha sido todo un placer hacerla y publicarla; espero que os haya servido para saber un poco más de mí. Recordad que tenéis todos mis libros disponibles a través de mí y podéis hablarme cuando queráis. ¡Nos leemos!


No sé si me dejo cosas en el tintero. Probablemente sí, pero es que lo bueno, se da en pequeñas dosis...

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