¡Buenas, erizos!

Ya sé que hace tiempo que no me paso por aquí, pero he estado tan liada, que no he podido encontrar un hueco antes. Hoy vengo a hablaros de «Las mariposas de tu luna». Sí, esa única novela de fantasía que salió a la luz el 30 de enero de 2018 y que a día de hoy, 17 de agosto de 2020 ya lleva dieciséis mil palabras nuevas. Os voy a contar el motivo de esta reedición:



Cuando terminé «Solo si es contigo», mi primera novela, me quedé completamente vacía. No sabía qué hacer ni cómo comenzar a crear otra historia. Los meses iban pasando y, aunque tenía ganas de escribir algo, no sabía por dónde empezar. Todo cambió cuando vi en el portafolio de portadas prediseñadas de Mónica Gallart, la portada que lo haría todo diferente. Cuando analicé esa ilustración, supe que tenía que darle vida a aquellas dos mujeres. Ambas tenían mucho que contar y yo sabía que tenía que darle la oportunidad.

 Su historia comenzó y se desarrolló sola, no podía estar ni un día sin escribir. Siempre estaba pensando en cómo sería el siguiente capítulo; incluso estructuraba alguno que otro entre los cambios de clase. No tardé más de dos meses en tenerla lista, algo muy poco inusual en mí, teniendo en cuenta que tardo mucho en escribir y no me presiono para hacerlo. Dafne y Lucinda eran especiales, y lo siguen siendo, que me ayudaron a salir de aquel bloqueo en el que parecía que me encontraba. Una vez que estuvo publicada, los lectores no la acogieron con la misma ilusión que yo. Parecía que, después de haber escrito romántica, los lectores esperaban otra novela del estilo. Esto hizo que mi ilusión se fuese al garete y todo lo que había depositado en el libro se fuese como el humo.

 Después de unos meses, de alguna que otra relectura y de haberle cogido yo misma manía a mi libro, me di cuenta de que no les había dado lo que se merecían. Ambas necesitaban una historia mejor, con una buena redacción mejorada con el paso del tiempo y unos personajes más detallados. La cuarentena nos sirvió a todos para pensar un poco más en lo que debíamos mejorar o invertir el tiempo y yo no dejaba de darle vueltas a esa posible segunda edición. Por un lado me hacía muchísima ilusión, pero por otro, no quería modificar un libro que había salido de mí así. 

Como siempre, la culpable de todas las locuras que cometo es Esther, mi mejor amiga. Ella me terminó animando y en menos que cantaba un gallo, ya estaba haciéndome con una portada nueva, que pronto veréis, de Mónica Gallart. En cuanto a los cambios, he de decir que son muchos y quienes tengan la versión antigua no podrán disfrutar de la nueva historia que he creado. He introducido nuevos personajes y escenarios, así como un giro bastante grande en la trama; no son correcciones sin importancia. Es por eso por lo que, el que tenga la primera edición, tiene que hacerse con la segunda, no son dos historias iguales.

No os voy a contar mucho más, porque quiero escribir otra entrada donde os enseñe todos los detalles nuevos de la novela, ya que aún es muy pronto para decir más.


No sé si me dejo cosas en el tintero. Probablemente sí, pero es que lo bueno, se da en pequeñas dosis...

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